EN EL CUBITO

Por primera vez, estamos reunidos escribiendo en el cubito.

En estos momentos, Ramira C. se encuentra golpeando a Isaac C. (cariñosamente), quien le responde con unas no muy decentes palabras. Claudia C. está muy entusiasmada (en serio) haciendo su exposición de Educación y Comunicación (es que no saben lo que es esto).

Isaac C. sacó la cámara oficial de los cubitos y Ramira C. se la arrebató y comenzó (la muy posera) a tomarse fotos, luego, nuevamente, Isaac C. contestó con unas palabras que dejaron a nuestra querida compañera MUDA (si muda). Mientras tanto, Claudia C., escribre y describe.

Isaac C.: YAAA, entonces de qué vamos a hablar, ah?

Ramira C.: pta no sé...

Claudia C: ya pues inspírense, tengo que estudiar

Isaac C.: No jodas ya, tu diste la idea de postear

Claudia C.: es que traj mi laptop...

Ramira C.: pta tengo examen en 15 minutos.

Isaac C.: hablemos de cigarrillos pues..

La historia comienza así, hace mucho tiempo se conocieron 2 individuos, los cuales fumaban como chino en quiebra (¿alguna vez alguien ha visto a un chino en quiebra... y fumando? NIKAGAAAANDO), bueno, después se unió el trampolín andante (Ramira C.) y se unió al vicio. Claudia C. es la pobrecita, sufrida que gasta un weiiiiff de plata comprando sus Lucky Strike Light (ojo, si Lucky lee esto, ya pues colaboración les estamos haciendo publicidad) y todo el mundo se aprovecha de su nobleza.

Ramira C., es la ahorradora (que ahorra pe); cuando hay fichas es Lucky, cuando no hay Pall Mall o Ajmilton (MENTOLADO... no quiere tener hijitos).

Isaac C. es el aprovechar, que le quita cigarros a las dos, y dice que eso no va a cambiar (ni para la chancha).

Finalmente, no fumen, es malo... y si lo hacen, dense una vuelta por los cubitos pues, siempre se acaban...

sueños, retos, cambio, riesgos... progreso

Todos soñamos. Dejamos que nuestra imaginación vuele lo más alto posible, sin embargo, otros tratamos de ser más realistas; pero, no hay duda, que siempre deseamos algo... sea lo que sea, cada uno de nosotros tiene un sueño, con lógica o sin lógica, pero lo tienen.

Y, es una realidad, nunca faltan los obstáculos y, sobre todo, los RIESGOS... pero de eso se trata. Sólo los valientes consiguen lo que quieren, únicamente arriesgándonos podremos alcanzar nuestros objetivos, metas, anhelos.

Porque no hay progreso sin cambio y no hay cambio si no hay un riesgo de por medio. Se trata de tomar decisiones, la única forma de saber si va a resultar es arriesgándonos a conocer lo desconocido.

Fuente video: Fernando Merino

Nunca mas... POR FAVOR!!!

Hoy viví una de las experiencias más tenebrosas y fuertes de toda mi vida, y todo dentro de un salón de clases. Uno de mis profesores puso un documental, el más crudo que he visto, pero reflejo perfectamente la realidad de la que hablaba (y es que sí, esa realidad era cruel, cruda y mucho mas).

Se trataba sobre los campos de concentración nazi, donde se encerraban a todos los judíos por haber hecho… pues la verdad eran encerrados simplemente por nada. Simplemente porque a alguien se le ocurrió que eran una amenaza, y los agarro como escusa para complementar su ideología.

Yo soy judío, no de religión, pero sí de sangre. Mis abuelos por parte de mamá lo eran, y mi segundo nombre y apellido lo son. No es que siga sus tradiciones exactamente, pero ciento cierta cercanía y afinidad por esta cultura-religión. El simple hecho de imaginar cuanto sufrieron, el saber que fueron víctimas completamente inocentes, que no merecían nada de eso, me indigna.

Ayer se conmemoraron los 70 años del inicio de la 2da guerra mundial. 70 años de una de las masacres más grotescas y sin sentido que ha podido tener la humanidad moderna. Aun sigo sin entender que es lo que impulsa al hombre a hacer tanto daño, a destruir a sus iguales, torturarlos y tratarlos como animales. Fueron cerca de 9 millones los judíos que murieron en los campos de concentración. 9 millones de personas inocentes, víctimas de una ideología sin sentido que decía que todo lo diferente era inferior y debía ser eliminado. No dejemos que estas diferencias nos separen y mucho menos hagan que nos enfrentemos entre nosotros.

Esperemos que estas situaciones no se vuelvan a repetir nunca. Que dejemos de radicalizar todo, que aprendamos a aceptar las ideas de los demás y a poder encontrar el equilibrio con las nuestras, que logremos aceptarnos unos a otros, y sobre todo que logremos respetarnos.

Indignación es lo único que puedo sentir ante todo lo ocurrido a pesar del tiempo transcurrido… necesito un cigarrillo… pero no tengo… maldición.